Cuerdas, más que una teoría

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Efectivamente, las cuerdas son algo más que una teoría especulativa con la que juegan los científicos para comprender el universo. Por esa misma razón, en este artículo, no vamos a hablar de teorías ni hipótesis científicas relacionadas con el cosmos y los diferentes planos a los que alude tan solicita idea. Mejor hablemos de algo más terrenal y plausible: las cuerdas. Esos elementos que forman parte de nuestra vida cotidiana sin que reparemos en su existencia aunque si en su maravillosa utilidad. Realmente están en prácticamente todas partes. Empezando por nuestro calzado o prendas de vestir en forma de cordones o en los tendederos de la ropa donde colgamos la ídem. Las cuerdas están ahí y sus aplicaciones son infinitas.

Podríamos llegar a creer que empresas tradicionales del estilo a Cuerdas Valero, están abocadas a desaparecer debido al producto con el que trabajan, sin embargo, como decimos, las cuerdas son tan útiles como necesarias y el sector, tiene garantizada su permanencia. La cordelería es un sector que se mantiene, explora nuevos horizontes en busca de nuevos materiales y formulas que ayuden a mejorar la calidad de sus productos y sigue adelante, sin prisa, pero sin pausa. Los fabricantes de cuerdas, saben bien que su sitio les pertenece y no hay productos que le hagan sombra.

Si rascamos en el pasado, resulta que la cuerda más antigua del mundo, la crearon los neandertales en el sureste de Francia, allá por el año cuarenta mil antes de Cristo. La creación, invención o descubrimiento de este elemento, cambio la historia de la humanidad, gracias a sus múltiples usos. La cuerda es una herramienta que ha permitido al ser humano alcanzar muchos logros debido a las variedades existentes y sus muchas aplicaciones.

A pesar de tratarse de un elemento muy simple, fue toda una revolución y, todavía hoy es un instrumento que goza de gran relevancia. Vamos a conocer un poquito más sobre las cuerdas, sus materiales y posibles usos. Nunca esta demás adquirir conocimientos que luego, pueden sernos de utilidad.

La cuerda, su estructura y sus funciones

La creación de nuevas herramientas parte del diseño con el que se conciban. Tanto es asó que, las pequeñas innovaciones que se ejecuten en un diseño o modelo anterior pueden dar como resultado un prototipo novedoso e innovador con interesantes prestaciones. Por increíble que resulte, este es el punto de partida de algo tan básico y útil como la cuerda.

Pero ¿qué entendemos como cuerda o soga? Se denomina como tal a un conjunto de hebras o hilos finos, sean de fibra sintética o natural, entrelazadas entre sí. En su origen, se colocaban tres hebras torcidas o enrolladas para formar una cuerda más resistente y duradera. En la actualidad, muchas de las cuerdas que se fabrican, mantienen esta simple y sencilla estructura.

Poco después, con la aparición de las fibras sintéticas, la cuerda enrollada o retorcida, como dio en llamarse, dio paso a la cuerda trenzada. En este caso, se trataba de un grupo de fibras unidas mediante una trenza, en la que una parte se enrollaba en una dirección y la otra en dirección contraria. La resistencia de este diseño era mayor, lo que la convertía en la cuerda ideal para practicar montañismo y deportes extremos en los que es esencial disponer de cuerdas de calidad, pues la actividad depende de ellas.

Siendo así, es fácil entender que la estructura de una cuerda esta fuertemente ligada a la aplicación y funcionalidad que se le vaya a dar. Por eso, las cuerdas utilizadas en la fabricación de instrumentos musicales son tan diferentes de las que se utilizan para la construcción. La guitarra o el bajo, utilizan cuerdas entorchadas con hilos de bronce que producen sus característicos sonidos. El modo, la tensión y la cantidad de vueltas que lleve el entorchado sobre el núcleo de la cuerda, influye directamente en el sonido que esta, va a producir al ser percutida. En este sentido, existen tres tipos de entorchado para este fin: oval, circular y plano.

Por otro lado, las cuerdas para aire, disponen de una funda o protección diseñada para que resistan las condiciones climáticas extremas. En estos modelos, la capa exterior que compone la cuerda, es la que define su calidad, al contrario que sucede en las cuerdas para instrumentos musicales, cuya calidad se determina mediante el grosor y tipo de núcleo que la compone. Las cuerdas al aire, suelen fabricarse con materiales sintéticos.

En pocas palabras, la estructura de las cuerdas, determina su resistencia, su durabilidad y su versatilidad. El diámetro, la longitud y la elasticidad que posean, influyen por igual en el desempeño de sus funciones, siendo la estructura la que restrinja o aumente la utilidad de la misma cuerda.

Dentro de las funciones que posee una cuerda, dependerá de sus características que se les de un uso u otro. A rasgos generales, las sogas, son utilizadas para sujetar, amarrar, sostener, tensar, colgar, suspender, arrastrar, fijar, asegurar, elevar, descender y trasladar distintas cargas, ya se trate de bultos, objetos o personas.

Su uso se hace en muchos aspectos diferentes de la vida cotidiana o no tan cotidiana, como la práctica deportiva o algunas labores profesionales. Las cuerdas, son indispensables para hacer montañismo, senderismo o cualquier actividad de montaña, entre otras. A su vez, en sectores industriales que implican trabajos en altura, por ejemplo, o la navegación y la construcción, donde la utilización de las cuerdas, no es una opción, es una obligación. Dentro de las obras de construcción o la náutica, existe una extensa variedad de aplicaciones y tipos de cuerda.

Tipos de cuerda en función del material de fabricación

Para clasificar las cuerdas, existen tres aspectos principales a tener en cuenta, el primero de ellos es el material en el que se fabrican, el segundo, su elasticidad y el tercero, el grosor. Estos puntos determinan sus aplicaciones y funciones.

A razón del material de fabricación, encontramos dos tipos de cuerdas:

  • Las cuerdas naturales suelen fabricarse con diferentes materiales de origen natural. El resultado de estos productos, resulta más rugoso al tacto y la vista. Por esta razón, se utilizan principalmente para la decoración de interiores. Debido a su origen orgánico, es fácil que este tipo de cuerdas se pudran si entran en contacto con humedad, se hinchen frente a la presencia de agua o se resequen ante una exposición prolongada al sol. Por lo que esta desaconsejada su instalación a la intemperie. Se trata, no obstante, de un producto sostenible y amigable con el medio ambiente, por lo que están gozando de gran popularidad en el mundo del diseño, donde los arquitectos y diseñadores buscan resultados ecológicos y sostenibles. Son cuerdas naturales las fabricadas en algodón, rafia, sisal, macramé, yute y cáñamo.
  • Sintéticas. Son la alternativa resistente y duradera frente a las cuerdas naturales. Los materiales con los que se fabrican varían de un modelo a otro, pero a grandes rasgos, son más versátiles y prácticas que las naturales. Aunque hay que tener en cuenta que algunas de ellas pueden perder fuerza cuando se mojan, no suelen pudrirse. En el caso de las cuerdas metálicas pueden presentar oxidación. Son cuerdas sintéticas las de nailon, plástico o cuerda tendedero, de metal, bronce, poliéster, polipropileno o polietileno.

En función de la elasticidad, se pueden encontrar tres tipos de cuerdas. Esta clasificación es fundamental, pues el nivel de elongación que presente una cuerda es primordial a la hora de evitar accidentes y garantizar la protección de la integridad física de los posibles usuarios durante la realización de actividades especificas como la escalada o los trabajos en altura.

  • Cuerda estática con una elongación del dos por ciento.
  • Cuerda dinámica con una elongación del diecisiete al veintiuno por ciento. Este tipo absorbe hasta un sesenta por ciento de la energía del impacto por lo que se utiliza en lugares donde la seguridad es prioritaria.
  • Cuerda semi dinámica que absorbe menos agua que las dinámicas por lo que pierde menos fuerza, aunque no absorbe tanta energía en el impacto. No se recomienda en trabajos verticales o suspensión cuando existe riesgo de caída.

El grosos es el tercero de los aspectos que definen a una cuerda. Esta clasificación se utiliza principalmente para cuerdas de escalada, donde es indispensable un buen conocimiento del material a utilizar. En el caso de escalada deportiva, se aconsejan cuerdas de entre diez y once milímetros de diámetro con un largo de entre cincuenta y sesenta metros. Para escalada clásica, es aconsejable un grosos de nueve milímetros, en tanto que para escalada en cascada, lo ideal son los ocho coma dos y ocho coma cinco.

Ya sabemos un poquito más sobre este elemento tan habitual que pasa desapercibido entre nosotros. Sobra decir que la investigación y desarrollo que llevan a cabo las grandes empresas del sector, dan como resultado, cuerdas cada vez más versátiles y seguras. Dado que uno de sus mayores usos es el de sujetar, sea personas u objetos, es fundamental que se desarrolle una tecnología que sea capaz de cubrir cada necesidad de manera confiable y segura, para evitar sobresaltos. En otros campos de acción como la música… cuanto mejor sea la cuerda, mejor, sonará la canción.

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