Cuando uno acude a un centro de salud, sea cual sea la razón o la especialidad que necesite, todos esperamos (y deseamos) que quien nos trate sea una persona competente y con un mínimo de experiencia. Es lo más normal del mundo: la salud es un tema realmente delicado, y, el hecho de que esta sea una persona que acaba de salir de la universidad o que se haya sacado su titulación por métodos poco ortodoxos nos produce, en general, bastante inseguridad.
Existen muchas formas de acceder a trabajos relacionados con la salud, pero ¿qué método es mejor? Hoy, vamos a ahondar en el debate actual por excelencia: ¿estudiar carreras o ciclos relacionados con la medicina de forma presencial, semipresencial u online?
Cada vez son más las personas que se dedican al tema de la salud
De aquí a unos años atrás, las carreras relacionadas con la salud han experimentado un boom de popularidad bastante significativo. De hecho, desde la pandemia, la demanda para estudiar Ciencias de la Salud ha subido, ni más ni menos, que un 44% con respeto a años anteriores.
Si echamos un rápido vistazo al pasado, podremos comprobar que esto es totalmente inusual.
En el inicio de los tiempos, cuando los hombres salían a cazar y las mujeres se quedaban en las cuevas cuidando a sus hijos y a su tribu, no existían conocimientos tan avanzados como los que tenemos hoy día sobre la autonomía o sobre las enfermedades. Realmente, no existían conocimientos de nada. ¿Cómo enfrentaban, entonces, todo lo relacionado con el tema de salud? Como buenamente podían: chamanes, rezos, sacrificios… hay de todo. Que fuese efectivo o no… bueno, eso ya es harina de otro costal.
Con el paso de los años, el ser humano empezó a indagar y a investigar en el tema, porque se dio cuenta de que era sumamente importante mantener una salud sana para alargar nuestra esperanza de vida unos cuantos años. Así surgieron las personas que iban de pueblo en pueblo con hiervas y con métodos rústicos, pero más avanzados que los que teníamos en la prehistoria.
Ya poco o nada queda de aquellos primeros pasos de la medicina. Ahora, cientos de años después, se han hecho tantos descubrimientos y tantos avances en la salud que resulta casi imposible querer dedicarse a sanar a las personas sin, previamente, hacer estudios previos de entre dos y diez años. Suena una barbaridad de años, pero ¿cuánto tiempo se considera suficiente para poder ejercer la medicina? ¿Cuándo se termina de estudiar todo lo necesario para poder dedicarte a algo tan completo como el funcionamiento del cuerpo humano y las posibles formas de salvarlo, a todos los niveles?
La salud es algo que requiere formación continuada
Ya sea presencial, online o semipresencial, has de tener totalmente claro que el tema “salud” es un ámbito en el que nunca vas a dejar de estudiar.
¿Por qué? Porque es precisamente gracias a esas personas entregadas e insistentes en el que, a día de hoy, tenemos tantos avances en la medicina. No habríamos conseguido cosas tan increíbles como los trasplantes, la insulina, las vacunas, la anestesia, la penicilina… ni miles de avances médicos que, día a día, salvan a miles de personas.
En consecuencia, has de tener total y absolutamente presente que la medicina y la salud son ámbitos totalmente completos, y que son muy necesarias personas apasionadas, entregadas, a las que les importen las personas… y que no tengan miedo de comprometerse con una profesión que va a requerir una formación que nunca va a terminar.
Pero no infravalores ni te agobies por esto: como profesional de la medicina, necesitar saber continuamente nuevos procedimientos, medicamentos o intervenciones puede hacer que, a la larga, obtengamos una atención mucho más especializada que si esto no fuese así.
Existen muchas formas de estudiar temas relacionados con la salud, ¡no solo una carrera!
Cuando pensamos en la salud, automáticamente se nos viene a la cabeza un bachillerato de ciencias, una carrera de seis años, dos años de máster, un MYR de cinco años… Solo
profesión que requiere ya no quince años, sino toda la vida, consigue que se me olvide que, desde que era una cría, mi sueño era ser médico de urgencias (culpa de la serie de Telecinco Hospital Central, la verdad sea dicha en todo su esplendor).
¿Qué pasa? Que las personas ignoran que existen muchas más formas para estudiar ramas de la salud sin tener que profundizar en ellas quince años previamente. Por supuesto, acabarás en puestos inferiores, pero ¿quién ha dicho que los puestos de menor nivel no son importantes? Ocupaciones como enfermería, técnico de odontología, técnico de laboratorio… son profesiones que las personas subestiman, pero son tan importantes y necesarias como todas las demás.
Por lo pronto, vamos a darte un pequeño consejo: si eres una persona que quiere dedicarse a la medicina, pero no quiero pasarse sus próximos quince años estudiando como si no hubiese un mañana, te aconsejo que vayas a hablar con un orientador de algún colegio o instituto y les expongas tus ambiciones más inmediatas. Ellos sabrán mucho más que yo de las formas diferentes que existen actualmente para acceder a las diferentes ramas de acceso a carreros, ciclos y demás que hay para que puedas seguir persiguiendo tu sueño.
Pero… ¿cómo es mejor estudiar una carrera relacionada con la salud?
Lo mejor para que puedas descubrir esto no es más que hacerte una sencilla pregunta: ¿estás seguro de que puedes estudiar todo lo necesario sobre la anatomía, las enfermedades y todo lo relacionado con la salud sin la correspondiente práctica?
Estudiar presencial es lo ideal
¿Por qué? Porque es la mezcla perfecta entre teoría y práctica. La carreras y las ramas de la salud de forma presencial tienen todo lo necesario para que seas capaz de estudiar viendo, por ti mismo, todo lo referente a lo que están mostrándote: muñecos del cuerpo humano, prácticas en hospitales, y un largo etcétera que te va a venir muy bien.
El cuerpo humano es una de las cosas más complicadas que existen. Existen una enorme cantidad de capas que has de tener en cuenta si quieres saber todo lo necesario sobre su funcionamiento. ¡No por nada son tantísimos años de carrera para saber todo lo necesario sobre la medicina! Esos años son la acumulación de descubrimientos, conocimientos y tratamientos necesarios para mantener la salud y combatir la enfermedad. Y esto, unido a una experiencia presencial en la que puedan explicarte, con mejor intensidad, todo lo relacionado con la carrera… no puede compararse con nada.
Semipresencial es otra opción intermedia
La educación semipresencial no es que una combinación equitativa y flexible entre la modalidad presencial (o sea, la anterior) y la modalidad online, que veremos a continuación.
Esto es bueno, porque hace que las personas que no tienen tiempo (ya sea por el trabajo, los hijos o las responsabilidades) pueden seguir estudiando cada vez que lo necesiten. El aprendizaje y la preparación de exámenes se llevan a cabo en tu propia casa, a través de aulas virtuales y con accesos a páginas especializadas (videos, audios, documentos descargables…). Y, al mismo tiempo, hay un número de horas programadas para la práctica, ya sea en laboratorio, en hospitales o en farmacias, donde sea que estás estudiando.
Por lo tanto, es otra buena medida para poder estudiar, porque, siempre que haya un proceso en el que la persona pueda ver con sus propios ojos lo que está estudiando, es una opción perfectamente viable.
La modalidad online, enemiga de las ramas de la salud
Huye de todos aquellos cursos, carreras o ciclos online que no dispongan de prácticas. Si un método online reúne todos los conocimientos y exámenes que se necesitan para poder aprobar y conseguir un certificado o título para ejercer… pero si, a la vez, no contine ni una sola hora de prácticas para poder poner de forma visual a todo lo que has aprendido con anterioridad, ese no es en absoluto tu lugar.
¿Por qué? Porque la medicina es muy visual, necesita ser contrastada con todos los sentidos para poder ser asimilada por el cerebro. Que yo lea paso a paso cómo se hace una operación a corazón abierto no me capacita para poder hacer una operación de tal calibre. Que yo lea sobre una operación para extraer una muela no quiere decir que yo pueda hacer esa operación.
Entonces, visto lo visto, ¿qué es lo mejor?
Lo mejor es poder tener acceso a una visual mínima de todo a lo que vas a tener que enfrentarte cuando seas médico, dentista o técnico de laboratorio.
De hecho, desde Consejo de Dentistas alertan de los riesgos de la formación semipresencial en los Grados de Ciencias de la Salud. Nos hablan, además, de su “preocupación y discrepancia con las iniciativas orientadas a aplicar la modalidad de formación semipresencial en los estudios de Grado de Ciencias de la Salud que están proliferando en los últimos años y que tienen la consideración de habilitantes”.
Por lo tanto, si vas a estudiar algo relacionado con la salud… intenta que sea lo más completo posible, tanto por ti como por tus futuros pacientes.