Los efectos de la inflación nos están afectando a gran parte de la población de nuestro país por igual y es que no importa la renta anual que tengamos, puesto que los precios han subido para todos. Y es que si bien es cierto que cuanto mayor sea la renta que tengamos, más fácil tendremos llegar a fin de mes, la realidad es que, en muchos casos, esta tarea no es tan sencilla. Esto se debe a que muchas personas de rentas altas están inmersas en hipotecas de mayor cantidad y, debido a la subida de los tipos de interés, sus pagos mensuales también se ven incrementados en gran medida, por lo que estamos seguros de que este post les interesará a todos por igual.
Así, a lo largo de las siguientes líneas os queremos proponer una serie de consejos para evitar los efectos de la inflación en vuestro bolsillo y, gracias a ellos, podremos permitirnos llegar a final de mes más holgados o, al menos, con menos problemas. En este sentido, algunas de las claves para evitar la inflación pasan por:
- Moderar las deudas. En la actualidad, el 20% de las familias adeudan dinero en créditos personales. Por ello, para prevenir la inflación, si se tienen deudas pendientes lo mejor es acelerar su amortización y no contraer otras nuevas y también racionalizar el uso de tarjetas de crédito. Y es que en un periodo inflacionista en que los tipos de interés empiezan a repuntar, si se tiene una hipoteca a tipo variable, puede ser el momento de refinanciarla o cambiarla a una de tipo fijo.
- Comparar precios de productos. Algunos productos de gran consumo han disparado sus precios y es que en nuestro país la inflación repunta al 6,1% y acelera por segundo mes consecutivo. En este sentido, sin ir más lejos, según la consultora Kantar en el último año el precio del aceite se ha incrementado un 303%, mientras que la pasta un 183% y los arroces y la leche un 181% y un 145% respectivamente. Por ello, hay que buscar los artículos que sean más asumibles para el bolsillo y aprovechar las promociones, los descuentos y comprar marcas de distribuidor o marcas blancas. Asimismo, otro de los consejos más importantes que os podemos dar es que recurráis a Liquistocks, puesto que cuentan con grandes lotes de productos al por mayor que, sin duda alguna, os permitirán ahorrar una gran cantidad de dinero en vuestras compras más recurrentes.
- Recortar gastos superfluos. Hay gastos que no se pueden evitar, pero existen otros que, sin apenas darnos cuenta, van haciendo mella en nuestra economía. Son gastos innecesarios que, si no se controlan bien, merman considerablemente nuestra cuenta corriente por lo que hay que analizar qué gastos tenemos y cuáles son prescindibles y evitar caprichos en estos momentos inflacionistas.
- Reducir el consumo energético. El factor principal que está impulsando la inflación actual en nuestro país y en los de nuestro alrededor son los precios disparados de la energía. El coste de la electricidad subió en marzo un 543% con respecto al año pasado o lo que es lo mismo, un 80% en términos interanuales. Por ello, aunque todos sabemos que hoy en día es difícil vivir sin electricidad, gasolina o calefacción, lo cierto es que también sabemos que se pueden aminorar estos gastos. De hecho, en el caso de la factura de la luz hay que revisar que la potencia contratada se corresponde con las necesidades del hogar, así como si podemos, debemos tratar de coger menos el coche, sobre todo en trayectos cortos, y, de cogerlo, trataremos de conducir a menos de 120 Km/h dado que nos hará consumir menos combustible. Por otra parte, también debemos ser eficientes en casa con el consumo eléctrico y para ello es vital usar electrodomésticos de eficiencia A o B y usarlos en tramos horarios que sean más baratos e incorporar enchufes temporizadores al termo eléctrico.
- Aprovechar para ahorrar en las compras. Si un producto que solemos consumir está encareciéndose, podemos anticiparnos a sus subidas y almacenar varias unidades en nuestros hogares. De hecho, muchos vendedores ofrecen descuentos al comprar grandes cantidades u ofertas de dos por uno, pudiendo ahorrar entre el 10% y 20%. Así, los productos en oferta que no son perecederos son muy rentables a largo plazo.
Otra solución a la inflación, negociar subidas de ingresos
Somos conscientes de que, sin duda alguna, esta es la cuestión más compleja de las que os hemos planteado a lo largo del post, pero lo cierto es que en la coyuntura actual donde los precios suben cuatro veces más que los salarios y sufrimos una clara pérdida de capacidad de compra, es un buen momento y argumento para demandar una subida que nos ayude a ajustar nuestro salario a la nueva situación inflacionista. En este sentido, si el jefe lo deniega, se puede tantear el terreno en otras empresas, tal y como hacen dos tercios de los empleados, quienes, según un estudio de PwC, buscan en la actualidad otro trabajo. Y es que hay que aprovechar la situación en la que las compañías ofrecen beneficios a los trabajadores nuevos, en particular en los sectores donde hay muchos puestos vacantes.