Hablar de actualidad es hacerlo de las diferentes cuestiones que están relacionadas con la salud. Y es que no hay nada que tenga una mayor importancia que el apartado del bienestar para asegurar la calidad de vida de las personas en un determinado territorio. Por suerte, en el interior de nuestras fronteras tenemos a mucha gente especializada en distintos campos de la salud que nos permiten que el cuidado de la misma esté garantizado. Pero eso no quiere decir que estemos exentos de ver cómo nuestro cuerpo sufre las consecuencias de cualquier tipo de enfermedad. La realidad es así y así la tenemos que mostrar.
A continuación, nos centraremos en distintos ámbitos que están relacionados con la neurología, que es una de las ciencias a las que podemos recurrir para tratar de paliar los efectos de algunas de las enfermedades que se están convirtiendo en muy comunes en España y en otros lugares del mundo. Hemos querido hacer una relación de varias de esas enfermedades y para ello hemos recurrido a los amigos de la clínica Nea, una entidad liderada por el doctor Casariego, el cual es uno de los mejor valorados en Top Doctors y Doctoralia.
Dolores de cabeza como la jaqueca o la migraña
Sin duda, hablamos de algo que no es en absoluto cómodo y que genera un montón de molestias. Y parecen más comunes ahora que en cualquier otro momento anterior. Cuando los tenemos que sufrir, tienen todos los ingredientes para amargarnos un día. Es importante que, en caso de que se repitan con bastante frecuencia, consultemos con el especialista en neurología para que pueda identificar el origen y detectar cualquier problema. Por mucho que un dolor de cabeza sea algo que puede sufrir todo el mundo, es idóneo que tengamos controladas este tipo de dolencias.
Pérdida de memoria (con el Alzheimer como principal exponente)
Hablamos de uno de los problemas que más consecuencias generan. Comenzar a perder memoria debe hacer que las alarmas se enciendan en nuestro interior y que pensemos en pedir ayuda. Y es que no es fácil enfrentarse a una situación así, sobre todo cuando aparece en escena la palabra Alzheimer. Esta es una de las enfermedades más complicadas tanto para la persona que la sufre como para los familiares y amigos que se encuentran a su alrededor. Y es que tener Alzheimer muchas veces es sinónimo de ir viendo como una persona a la que hemos querido se va apagando poco a poco.
Además, el asunto ligado a la pérdida de memoria afecta a más gente de la que podamos llegar a pensar. De acuerdo con una noticia que publicó el portal web Statista, en 2022 se registraron casi 732.000 casos en el interior de nuestras fronteras. Sin duda, es una enorme cantidad de gente. Y por eso tenemos que darle visibilidad a este tipo de problemas que, por cierto, no se limitan solo al Alzheimer, sino que también se pueden manifestar en demencia vascular o demencia frontotemporal, entre algunas otras.
Parkinson
También creemos que se ha convertido en algo frecuente en los tiempos que vivimos porque ahora sí que se le da la visibilidad que merece, pero esta enfermedad ha existido desde siempre y la han tenido que padecer millones y millones de personas tanto en España como en otros países del mundo. No es una situación fácil: los temblores a los que nos somete nos impiden que hagamos muchas de las tareas que son habituales tanto en nuestra función laboral, si es que la seguimos realizando, como en nuestra vida diaria. Por eso hay que tomarse en serio estos problemas desde el primer momento y no solo desde que empiezan a ser recurrentes.
De acuerdo con un estudio publicado en la página web de la Universidad Complutense de Madrid, son 300.000 las personas que sufren Parkinson en España. En la misma información, se asegura que existe una falta de procesos de rehabilitación en el sistema público de salud, lo que hace que padecer la enfermedad sea un problema todavía más grande. Y, por cierto, no caigáis en el error de pensar que solo es la gente mayor la que lo padece: también hay personas de mediana edad e incluso gente joven que ha empezado a padecerla o que la tiene avanzada. Conviene no bajar la guardia en relación a este tipo de problemas.
Enfermedades de la columna vertebral
Hablamos de una de las zonas del cuerpo más importantes para garantizar la estabilidad de nuestro cuerpo y nuestro bienestar. ¿Os imagináis una vida caracterizada por un dolor constante de espalda que ni siquiera nos permitiera ponernos de pie o caminar? Lo cierto es que sería sumamente complicado tener que enfrentarnos día a día a un problema que afecte de manera directa a las acciones más básicas que realiza un ser humano. Y ojo, porque la médula espinal también puede entrar en juego en lo relación a este tipo de problemas, siendo una de las cosas que más respeto imponen y con las que más cuidado debemos tener.
Insomnio
¿Qué es lo que puede ocurrir cuando no descansamos como debemos? ¿A qué nos exponemos? La verdad es que las consecuencias van a ser de lo más negativas. Cuando no se descansa correctamente, es imposible tener la capacidad de trabajar de manera correcta y fiable. También es posible que tengamos un déficit de atención en otros momentos del día que no tengan nada que ver con el trabajo, por ejemplo, cuando estamos al volante (¡imaginaros lo que puede pasar si conducimos cuando no estamos lo suficientemente descansados!). El descanso es tan importante que nos conviene que todo lo que esté relacionado con él se realice de una manera correcta.
Un día en el que no hemos descansado bien es un día perdido, podéis darlo por seguro. Esa sensación que tenemos cuando salimos de la cama, la cabeza nos da vueltas, los ojos se nos cierran, el cuerpo no nos responde… no es nada satisfactoria. Y pensad que eso solo ocurre en un primer momento del día. A medida que las horas vayan pasando, el agotamiento será más y más grande y todas esas malas sensaciones se multiplicarán por infinito. Si, en cambio, pudiéramos descansar en condiciones, el agotamiento que se va acumulando en el cuerpo día a día sería mucho más soportable y tendríamos todas nuestras capacidades trabajando al 100% para cumplir con los objetivos que nos hemos marcado para esa jornada.
El déficit de atención y la hiperactividad también gozan de mucha visibilidad ahora…
… pero tampoco son problemas que hayan surgido en los últimos años ni mucho menos. El caso es que ahora tenemos mucha más información acerca de este tipo de asuntos y, además, más profesionales para tratar de corregir estos problemas. Estos problemas se suelen manifestar cuando tenemos apenas unos años de edad y nos empieza a afectar en las primeras fases educativas. La verdad es que es imprescindible poder ofrecer una solución para esto porque afecta al rendimiento que podamos tener en cualquier faceta de la vida.
Hay otros muchos problemas en relación a nuestra salud que se tratan desde un plano puramente neurológico, pero con lo que os hemos transmitido a lo largo de estas líneas ya nos podemos hacer una idea de lo sumamente importante que resulta este tema en la vida de las personas. Es muy complicado tener una buena vida si tenemos algún problema desde el punto de vista neurológico y, por tanto, tenemos que poner todos nuestros sentidos para procurar dar con un buen especialista en la materia. Esto va a marcar de alguna manera la diferencia entre el éxito y el fracaso a la hora de encontrar potenciales soluciones.
Estamos seguros de que conocéis casos de gente cercana a vosotros y vosotras que tiene alguno de los problemas a los que hemos venido haciendo referencia o cualquier otro que pueda tener relación con la neurología. Teniendo esto en cuenta, ¿Cuánto creéis que podría mejorar su vida si se tratan correctamente los asuntos que les estén afectando? Es obvio que mucho. Y está claro que la sociedad debe poner todas las herramientas que sea posible a disposición de estas personas para que tengan la oportunidad de tener una vida mejor, ya sea a través de la erradicación de estas enfermedades o a través del control de sus síntomas.
Tened en cuenta algo: a todos nos puede pasar que tengamos que padecer alguno de estos problemas en algún momento de nuestra vida. No nos podemos quedar pensando que «ya veré cómo soluciono esto» o «a mí esto seguro que no me pasa, estoy sano». Este tipo de comentarios se van torciendo con el paso del tiempo y es mejor que no los hagamos porque luego es bastante posible que nos terminemos arrepintiendo y acordándonos del momento en el que los dijimos. Si no nos toca padecer estas enfermedades a nosotros, es muy posible que familiares o amigos las terminen padeciendo. Así que, directa o indirectamente, nos afectan a todos y todas.