El significado de las joyas en el día de la madre

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madre

Tengo 23 años, y, si hay una persona que me ha enseñado lo que significa amar sin condiciones, luchar cada día y darlo todo por alguien más, esa es mi madre. Siempre ha sido ella y solo ella. Desde que mi padre nos dejó cuando yo era muy pequeña, ha sido mamá quien ha llevado el timón de nuestra vida. No hubo lujos, pero tampoco faltó cariño, risas, paciencia ni ese abrazo que lo arregla todo.

Así que este año, como cada primer domingo de mayo, quiero que sepa cuánto la valoro. Pero no quiero regalarle cualquier cosa. Quiero que lo que reciba tenga un mensaje, un significado profundo. Por eso empecé a investigar el mundo de las joyas y su simbolismo, y hoy quiero compartir lo que he aprendido.

Tal vez tú también estás buscando una forma de decirle a tu madre: “Gracias por todo lo que hiciste por mí”.

 

¿Por qué celebramos el Día de la Madre?

Antes de meterme de lleno en el tema de las joyas, quería entender un poco más el porqué de esta celebración.

Sabía que era un día especial para las madres, pero nunca había investigado su origen. Resulta que el Día de la Madre no es algo nuevo. Tiene raíces antiguas. Ya en la antigua Grecia y Roma se rendía homenaje a las madres y a las diosas que representaban la fertilidad y la maternidad.

Sin embargo, la versión moderna tiene mucho que ver con una mujer llamada Anna Jarvis, en Estados Unidos, a principios del siglo XX. Quería honrar a su madre, que había sido activista y había trabajado para mejorar las condiciones de las mujeres y sus hijos. El primer Día de la Madre oficial se celebró en 1908, y poco a poco la tradición se fue extendiendo por el mundo.

Hoy en día, más allá del origen, es una excusa preciosa para recordarle a nuestras madres lo importantes que son, aunque deberíamos hacerlo todos los días.

 

¿Por qué regalar una joya?

A ver, no voy a mentir: cuando era pequeña le hacía dibujos. Luego, con mis primeras pagas, pasé a regalarle flores, perfumes o algún detalle hecho a mano.

Todo eso le encantaba. Pero, ahora que soy adulta y estoy trabajando, me apetecía regalarle algo más duradero. Algo que cada vez que lo vea o lo toque, sienta que es parte de nosotras. Y ahí fue cuando pensé en una joya.

Las joyas no son solo objetos bonitos o caros, hay joyas que tienen un simbolismo. Y, cuando empecé a investigar más, me di cuenta de que una joya puede decir muchas cosas, incluso sin palabras.

 

El significado de los metales

Al principio, no sabía ni por dónde empezar. ¿Anillo? ¿Colgante? ¿Plata, oro? ¿Cuál era más apropiado para ella? Así que lo primero fue investigar qué significa cada tipo de metal.

Y me sorprendió todo lo que descubrí.

  • La plata, por ejemplo, está muy relacionada con la pureza, la sensibilidad y la luna. Me gustó mucho leer eso, porque mi madre es una persona muy intuitiva, muy sensible a las emociones de los demás. Siempre ha sabido cuándo necesitaba un abrazo sin que yo dijera una palabra. La plata también simboliza claridad y protección. Me pareció bonito pensar que podría llevar algo que represente todo eso.
  • El oro amarillo es más tradicional. Simboliza la riqueza, pero no solo material, también interior. Representa la luz, el calor y la energía. Y, en muchas culturas, se asocia con la sabiduría. Mi madre, sin duda, es sabia. A veces pienso que ha aprendido más de la vida que cualquiera con tres carreras universitarias. El oro es cálido, como su forma de ser.
  • El oro rosa me tocó especialmente. Tiene ese color suave, romántico, que no es ni tan frío como la plata ni tan intenso como el oro amarillo. El oro rosa se asocia con el amor tierno, el cariño delicado. Es muy femenino, y creo que le iría perfecto a una madre que ha sabido ser fuerte sin perder la dulzura. Me pareció que era una mezcla ideal entre todo lo que ella es.

 

¿Qué tipo de joya elegir?

Después de decidirme por el oro rosa (sí, lo elegí porque me pareció el más especial para ella), vino la pregunta clave: ¿qué tipo de joya le regalo? ¿Un anillo? ¿Un colgante? ¿Una pulsera?

Aquí sí que me tomé mi tiempo y consulté con Joyería Lorena, una tienda online que sabe muchísimo de estos temas, y me explicaron que tenía que tener en cuenta que cada tipo de joya transmitía un mensaje. Y claro, yo quería regalarle algo con muchísimo significado, así que lo tuve muy en cuenta a la hora de decantarme por el tipo de joya que le iba a regalar:

  • Los colgantes suelen estar cerca del corazón, y eso me pareció muy simbólico. Podía elegir uno con una piedra significativa o con un pequeño grabado. Incluso pensé en uno en forma de corazón, pero luego me pareció demasiado literal. Al final, me gustó la idea de un colgante con nuestras iniciales o una pequeña inscripción. Algo íntimo, pero que no necesitara explicación a simple vista.
  • Las pulseras me parecieron una opción bonita también, porque están siempre visibles y pueden tener dijes o detalles personalizados. Una pulsera con pequeños colgantes representando momentos importantes, por ejemplo. Pero también pensé que mi madre no siempre lleva pulseras, y no quería que se sintiera obligada a usarla.
  • Los anillos me encantan, pero me parecía algo muy personal, y tenía miedo de no acertar con la talla o el estilo. Así que lo descarté un poco, aunque reconozco que hay anillos preciosos con significados familiares, como los que incluyen las piedras de nacimiento de los hijos.
  • Los pendientes fueron mi segunda opción. Mi madre los usa a diario, y pueden ser discretos o elegantes, según la ocasión. Pero al final, me decidí por el colgante. Me pareció lo más emocional y simbólico.

 

El significado de algunas piedras

También descubrí que muchas joyas llevan piedras con significados especiales:

  • El cuarzo rosa está relacionado con el amor incondicional. Me pareció precioso, porque define perfectamente la relación que tengo con mi madre.
  • La amatista representa la paz, la tranquilidad y la claridad mental. Ideal para alguien que, como mi madre, ha tenido que tomar decisiones difíciles toda su vida.
  • El topacio azul simboliza la lealtad, la honestidad y la comunicación. Perfecto si tienes una relación muy sincera y cercana con tu madre.
  • La esmeralda está relacionada con la esperanza y el renacimiento. También se asocia con la protección del hogar y la familia, así que me pareció muy apropiada para una madre que ha creado un refugio desde cero.
  • El rubí representa el amor apasionado, la fuerza y el coraje. Me recordó a la valentía con la que mi madre ha enfrentado cada etapa de su vida, siempre con el corazón por delante.
  • El zafiro se asocia con la verdad, la pureza y la fe. Es ideal si tu madre es de esas personas que te dan paz solo con estar cerca.

Pensar en qué piedra podría reflejar nuestra historia me ayudó mucho a personalizar aún más el regalo.

 

Consejos que me ayudaron a elegir

Por si estás en un proceso parecido al mío, aquí van algunos consejos que me sirvieron mucho:

  1. Observa qué tipo de joyas usa tu madre. No todo el mundo tiene el mismo estilo. Algunas prefieren lo sencillo, otras lo llamativo. Eso te da pistas sobre qué elegir.
  2. Piensa en su día a día. Si trabaja mucho con las manos, quizá una pulsera o un anillo no sea lo más cómodo. Un colgante o unos pendientes pueden ser mejores.
  3. Personaliza el regalo. Ya sea con una inicial, una fecha grabada o una piedra significativa, esos detalles hacen que la joya sea más especial.
  4. No te obsesiones con el precio. Hay joyas muy significativas que no son caras. Lo importante es el mensaje que llevan detrás.
  5. Incluye una nota escrita a mano. A veces, lo más valioso no es el regalo, sino lo que le dices con él. Yo escribí una carta en la que le conté todo lo que significa para mí.

 

Lo que aprendí de todo esto

Preparar este regalo me hizo pensar mucho en lo que hemos vivido juntas. En los días difíciles, en los momentos de alegría, en cómo ella siempre ha estado. Me di cuenta de que una joya no es solo un objeto bonito. Es un símbolo. Un reflejo de nuestra historia, de nuestro vínculo, de mi agradecimiento profundo.

Sé que cuando le dé este colgante, lo va a mirar con ternura. Pero lo que más me emociona es que, cada vez que se lo ponga, se acordará de todo lo que vivimos, de todo lo que superamos. Y sabrá, sin ninguna duda, que la admiro y la quiero con toda mi alma.

Si estás buscando el regalo perfecto para tu madre este año, te animo a que pienses en una joya con significado. No hace falta que sea algo grande o caro. Basta con que tenga un mensaje. Uno que diga “Gracias”, “Te amo”, “No podría haber llegado hasta aquí sin ti”.

Yo ya tengo el mío preparado. ¡Y no puedo esperar a ver su cara cuando lo abra!

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