Perder clientes es un problema habitual que puede llegar a provocar consecuencias negativas en lo estético. Esto debe suponer problemas cuando se tiene que comer, además de un desplazamiento posible de los otros clientes, desgastes y pérdida ósea del hueso que lo soporta. Cuando se produce esto, los implantes dentales son una magnífica solución para la recuperación de la apariencia y la funcionalidad. Si no estás seguro de comenzar el tratamiento con los implantes, leyendo este artículo vas a poder saber más.
Solución duradera
Los implantes dentales se van a implantar de forma quirúrgica en el hueso de la mandíbula para la reproducción de la raíz dental y para que se proporcione el apoyo y fuerza para la prótesis. En el proceso de cicatrización, lo que ocurre es que el hueso de la mandíbula va a crecer alrededor del implante, lo que le va a fijar todavía de manera más firme en el sitio, siendo un proceso conocido como la osteointegración.
El procedimiento hace que los implantes sean una solución permanente ante la posibilidad de perder los dientes. No precisan de un mantenimiento, puesto que se tienen que cuidar lo mismo que otros dientes.
De gran versatilidad
Es posible hacerlo de distintas maneras, donde todo va a depender de las necesidades. Se puede llegar a colocar una corona en un único diente, en el puente o una prótesis que sea parcial en varios de los dientes. Así, el dentista va a poder desarrollar un plan para su tratamiento de forma personalizada y que se adaptará a cada uno de los pacientes.
Resultan muy cómodos
Como dicen los expertos en salud dental de icoa.es, la estabilidad de los implantes, hace que las personas que lo están llevando ni siquiera van a notar que se encuentran ahí, puesto que es casi la sensación igual a la de los dientes que son naturales.
Cuenta con un aspecto muy natural
Los avances tecnológicos y materiales con los que están desarrollados, hace que parezcan de mayor naturalidad. Son fabricados de manera personalizada para cada uno de los pacientes, por lo que se van a adaptar a cada una de las sonrisas.
Permiten comer con normalidad
Como se fijan los huesos en la mandíbula, estos no cuentan con las mismas restricciones que las clásicas dentaduras.
No van a dañar a los demás dientes
Los implantes no afectarán de ninguna forma a los dientes naturales. Los puentes se apoyarán en coronas que se van a fijnar a los dientes sanos a los dos lados del hueco. Los implantes lo que hacen es evitar que se pierda hueso maxilar, el cual es posible que produzca que se pierdan dientes, lo que contribuye a que se mantenga la salud dental.
Son rentables a largo plazo
Pese a que los implantes dentales son un tratamiento que cuesta más que otros, lo cierto es que son de gran rentabilidad a largo plazo. Pensemos que los implantes duran bastante tiempo y casi no es necesario mantenimiento, por lo que después de la inversión inicial, es posible que puedas disfrutar de las ventajas por varios años.
La cirugía es de gran seguridad y sin dolores
Cuando se hace con anestesia local, casi es indolora. El postoperatorio va a generar escasas molestias y muchas personas terminan por volver a la que era su rutina habitual diaria. La intervención cuenta con total seguridad y hay un porcentaje de éxito de cerca del 100 %. Estamos ante una cirugía menor y que es usual para los dentistas expertos, por lo que no suele haber complicaciones.
Permiten hablar con normalidad
Los dientes tienen gran importancia cuando se quieren generar algunos sonidos, lo que puede que al perder algunas piezas, pueda tener efectos que no se esperan.
Los dos problemas se pueden solventar utilizando implantes. Los mismos nos dan una buena superficie ideal para que pueda hacer presión la lengua y se produzcan los sonidos, de tal forma que se pueda hablar normalmente.
Para ello, lo mejor es buscar buenos expertos en el campo de la implantología, un equipo que esté en formación constante y que tenga una experiencia dilatada. Solo tienes que llamar y pedir presupuesto sin compromiso alguno.